Cuando preparamos una cena romántica en casa, la decoración es un factor que permitirá hacer que el momento sea inolvidable. Es la oportunidad para mimar los detalles, dar alas a los sentidos y expresar todo aquello que sentimos por nuestra pareja. Para eso no se necesitan grandes dispendios, nos puede servir con imaginación y un poquito de entusiasmo.
No nos podemos engañar, cuando llega febrero, San Valentín ha acabado por hacerse un hueco en el calendario y lo tenemos que tomar, por qué no, como una excusa para celebrar algo que es bonito en sí mismo: el amor. Por ello, y aunque siempre es recomendable que demostremos ese sentimiento a lo largo de todo el año, es bueno darse un capricho y hacerlo en una fecha puntual.
Para ello, la decoración de una cena romántica al calor del hogar conseguirá generar una atmósfera perfecta, para lo que hay que prestar atención a varios aspectos que, trabajando en conjunto, nos permitirán evadirnos y disfrutar.
Flores
Dentro de la decoración de una cena romántica en casa no pueden faltar las flores. Cada una con su simbología, con su colorido, con su olor, ayudan a transmitir ideas, sentimientos y sensaciones.
Y son múltiples las opciones para colocarlas, desde una solitaria rosa roja, pasando por un ramo de este mismo tipo, o uno colorido. Incluso colocar pequeños ramitos de especies silvestres que hayas podido conseguir.
No por ser ya famoso hay que obviarlo: el camino de pétalos es toda una declaración de intenciones y que confiere un ambiente de puro romanticismo.
Iluminación
La iluminación es un punto ineludible a la hora de saber cómo decorar una mesa para una cena romántica, pero incluso más allá del lugar central de la noche. Para darle una atmosfera íntima, cálida y cercana, la luz tenue permite crear ese ambiente diferencial y especial. Tanto en la mesa como en el contexto que le rodea.
Para llevarlo a cabo, el abanico de posibilidades es muy amplio. Empezando con las velas, ya sean desde las más pequeñas que puedan servir para marcar un ‘sendero’ hasta la mesa, hasta las más grandes que permitan jugar con los reflejos de espejos, principalmente, e incluso de cuadros y láminas.
El tintineo y movimiento de las llamas permiten trasladarnos y hacer que estos momentos ganen en profundidad.
Fotografías
Como ya hemos dicho, San Valentín es una excusa para celebrar lo que tenemos que hacer todos los días. Todos esos días en los que vivimos momentos especiales o momentos que sin ser algo previsto quedan grabados en nuestra memoria. Son instantes que van configurando esa pequeña historia personal que nos une y en la que se traban fuertes lazos.
Una alternativa es imprimir y colocar fotografías en puntos muy concretos: risas, los paisajes de unas vacaciones inolvidables, selfis o cuando os perdisteis en esa ídilica excursión por el monte. Al margen de bromas, todo suma y todos los momentos cuentan.
Aromas
Al igual que las velas entran por la mirada, también es importante prestarle atención al resto de los sentidos. Entre ellos el olfato. Si bien el protagonismo va estar en la cena romántica, la decoración tiene que acompañar y los aromas son un apoyo más.
Por eso, es recomendable que el ambiente cuente con un apoyo que lo haga especial y para eso los ambientadores son un aliado perfecto. Para un momento así, las fragancias suaves y ligeras son un complemento perfecto.
Música
Es inevitable. Si estamos preparando una cena romántica y queremos cuidar hasta el último detalle de la decoración, la música también tenemos que tenerla en cuenta. El oído es otro de los sentidos a los que hay que prestar atención y que ayudarán a que el ambiente sea especial e inolvidable.
Como en el caso de los colores, aquí los gustos de cada cual son los que mandan. Caben desde las melodías más típicas al violín o al piano, que le dan un cariz más íntimo y sensible, hasta esas canciones que son especiales en vuestra historia: la que siempre pedís en una fiesta, la que sonaba en el coche…
Mesas
Si hablamos de ocasiones especiales, todo gira en torno a otro de los sentidos: el del gusto. Para cuidarlo, no podemos contentarnos con cualquier cosa y por eso las mesas para cenas románticas tienen que ser acordes y estar al mismo nivel, que nos permita expresar y disfrutar de los platos que hemos preparado.
Para ello, las mesas de comedor es mejor que den espacio para dar alternativas. Desde quien busque incluir hasta el último detalle o quien quiera simplificar y ser minimalista. Por ello, caben aquí el blanco y los detalles en rojo pasión o el colorido que manifieste alegría e intensidad.
Tampoco podemos olvidar que el contexto aporta y que el romanticismo no le quita importancia a la comodidad. Para ello, las sillas de comedor tienen que estar en la misma sintonía, e incluso pueden servir como lugar para dejar una sorpresa en forma de regalo o para guardar un detalle decorativo
Entre los básicos, un mantel especial, unas velas alargadas, unos pocos pétalos o una flor, una nota escrita a mano, un detalle entre los cubiertos… Las ideas son infinitas.
Los momentos especiales requieren de una decoración especial y en Tuco sabemos cómo ayudarte a conseguirlo.